AUTOCONOCIMENTO Y AUTOESTIMA

Reseña de la obra

Lo esencial es invisible a los ojos. Antoine de Saint-Exupéry (escritor francés). El principito, 1943. Vivimos con apresuramiento a nivel global. El causante, las nuevas tecnologías, han transformado toda la vida que conocemos. Debido a ello, la rápida universalización del conocimiento, el sencillo acceso a la información y la comunicación instantánea, pueden llegar a desorientarnos. Al fin y al cabo, deberíamos estamos preparados para adaptarnos al medio y evolucionar dentro de nuestra sociedad, pero vivimos preocupados. La única seguridad es que todo está cambiando. La necesidad de actualizarnos permanentemente crea una nueva escala de valores en la que hemos de posicionarnos, de nuevo, ante puntos de vista dispares y contradictorios que requieren también resetear lo que somos. La buena noticia es que para hacer frente al nuevo medio digital, contamos con nuestros recursos personales (cualidades y carencias), cuyo origen es en parte nuestra herencia genética y en parte adquirido a través de la experiencia (familia, educación, amistades, obstáculos, trabajo, etc.). No obstante, los momentos de crisis nos llevan a reestructurarnos con el entorno. Por eso no es de extrañar que, aunque muchas personas creen conocerse, actúan en sus vidas sin rumbo fijo ya que no saben adecuar sus deseos y expectativas a la realidad. Por ello, resetear nuestro autoconocimiento con humildad será fundamental para adaptarnos a estas vertiginosas transformaciones. “Donde uno ve un precipicio, otro ve un puente…” Mercè Conangla, psicóloga y escritora. 2002. El sentido de nuestras vidas depende del significado y la importancia que le damos a las cosas. Es un hecho que todos pasamos por circunstancias vitales similares, sin embargo unas personas están satisfechas con su vida, a pesar de las dificultades, y otras están insatisfechas. Y esto sucede así, porque la manera en la que nos comportamos refleja lo mucho o poco que reconocemos nuestro propio talento.