PRÁCTICA CLÍNICA BASADA EN LA EVIDENCIA

Reseña de la obra

En la época actual, la asistencia sanitaria se basa en evidencias sólidas aceptadas de forma universal por los profesionales y el público. La evidencia es la integración de la experiencia personal con la mejor demostración externa disponible procedente de la investigación sistemática, la utilización consciente y juiciosa de las mejores demostraciones provenientes de la investigación clínica para la toma de decisiones en el cuidado de cada paciente en particular. Sin embargo, este tipo de recursos carecería de interés si posteriormente no se realiza un análisis crítico sobre la validez del artículo y se retorna al problema clínico que sirvió como punto de partida. Se conjugan dos claves: mantenerse al día en los avances de la especialidad a través de los trabajos científicos publicados que presenten mayor evidencia científica, con la utilidad de dar a nuestros pacientes el servicio mejor y más seguro. Va dirigida a todos los profesionales de la salud independientemente de su especialidad y ámbito de trabajo. Uno de los aspectos más positivos que tiene este movimiento es que a los profesionales sanitarios nos hace adquirir una mayor conciencia acerca del procedimiento que seguimos para tomar nuestras decisiones practicando críticamente el método científico. El simple hecho de preguntarnos, ante una situación clínica, si la conducta que vamos a elegir está sustentada sobre una base científica sólida, tiene un valor incalculable.

Con esta nueva edición de Práctica Clínica Basada en la Evidencia se promueve el conocimiento de este modelo entre todos los profesionales interesados en ello, facilitar los instrumentos que nos lleven a encontrar las soluciones oportunas y que nos orienten en nuestra práctica clínica mediante las pruebas científicas y evidencias más sólidas del momento. Utilizar de la mejor manera posible los recursos con los que contamos, aunar esfuerzos, unificar criterios, sentir de igual manera los problemas y tener inquietud por modificar las experiencias de nuestro trabajo que deben servir para prestar una atención eficaz y eficiente en nuestro centro de trabajo. En resumen, la investigación tiene una función importante para ayudar a que los profesionales de salud establezcan fundamentos científicos en el ejercicio de su profesión. La práctica clínica basada en la evidencia, debe originar que nuestras decisiones se basen en la utilización crítica y consciente de los resultados de investigación más reciente.