ENFERMEDADES INFECCIOSAS EN PEDIATRÍA.
Novedades en bacteriología
Reseña de la obra
Dentro de los múltiples aspectos que podrían haber sido contemplados en la patología pediátrica, -la medicina toda aplicada a la etapa del desarrollo-, seleccionar las enfermedades infecciosas como paradigma de la misma, tiene su fundamento; no en vano la atención a la patología infecciosa constituye, con mucho, el problema más frecuente con el que se enfrenta el pediatra en atención primaria. La infección respiratoria superior, las infecciones intestinales, urológicas, cutáneas, sistémicas, específicas del recién nacido, o “propias de la infancia”, sin más (como las exantemáticas); el uso correcto dela terapéutica anti-infecciosa, la profilaxis activa y pasiva, la quimioprofilaxis, etc., son otros tantos capítulos que dan respuesta a los problemas que se le presentan al médico de niños múltiples veces en su consulta diaria. Si, cuantitativamente, las enfermedades infecciosas son en Pediatría un problema importante, cualitativamente su importancia no es menor. La patología en líneas generales es, etiológicamente, consecuencia de una alteración genética, un traumatismo, un proceso oncológico, una alteración metabólica, degenerativa, o tóxica, y de sus diferentes mecanismos patogénicos, a veces entrelazados. Todos ellos afectan, en mayor o menor cuantía, al funcionamiento fisiológico del individuo; la enfermedad sigue su propio curso, o se puede modificar por el tratamiento, pero su patomorfología no ha cambiado a lo largo de la historia: la diabetes, el tumor de Wilms, la estenosis hipertrófica del píloro, la fractura supracondílea, o la invaginación intestinal, presentan ahora los mismos síntomas que cuando se describieron por primera vez. Por el contrario, la enfermedad infecciosa supone un campo de batalla, soportado por el macroorganismo, vivo, ante la invasión del microorganismo, también vivo. Cada uno plantea sus estrategias; inmunidad específica e inespecífica, inmunidad celular y humoral, el sistema complemento, reactantes de fase aguda, etc., términos que hacen referencia a los sofisticados, y cada vez mejor conocidos mecanismos que el organismo pone en marcha frente a esta invasión. Y, a pesar de ello, el resultado no siempre es favorable y, desgraciadamente, en ocasiones claudicamos frente estos minúsculos atacantes, porque también ellos tienen sus estrategias: inhibidores de la quimiotaxis, replicación endocelular, necrosis, liberación de toxinas y otros componentes patogénicos etc. El resultado final es por ello, una patología cambiante. Pese a la persistencia de los estreptococos en el ambiente, ¿quién piensa ahora en la escarlatina, el corea de Sydenhan o en la cardiopatía reumática? Los gérmenes adecuan sus estrategias a los nuevos tiempos, y crean resistencias a los antibióticos o aparecen agentes patógenos nuevos, como el VIH y el problema de sus constantes mutaciones; la tuberculosis nos dijo adiós, pero al socaire del SIDA, no se fue: Compañera inseparable de la humanidad, expresión magnífica de las estrategias de subsistencia que ésta micobacteria, -que solo puede subsistir y multiplicarse en el interior de los monocitos-, ha puesto en marcha a lo largo de la historia, pudiendo sobrevivir, precisamente, dentro de la misma célula que el organismo posee para fagocitarla y eliminarla. Acaba de aparecer otra inquietante enfermedad infecciosa, al parecer mutación de un virus animal, la “neumonía asiática”, una nueva mutación de un virus similar a la viruela en el mono (monkeypox), patógeno para el hombre, y propagado por esos simpáticos animalillos. Por si fuera poco, la “globalización” ha traído a nuestras consultas, otras enfermedades infecciosas o parasitarias, que solo se estudiaban en libros de patología tropical. Alabo la iniciativa de Formación Alcalá, de proporcionar la base logística para realizar estos manuales de formación continuada, alabo la elección del tema, que da respuesta a todo lo antedicho y felicito a los autores, de los cuales conozco, en su mayor parte, su trayectoria profesional y la alta cualificación de su quehacer ante el enfermo. No me ha extrañado por ello la magnífica síntesis de los temas que tratan, su actualizada documentación, lo completo de su selección y, sobre todo, la adecuación entre los textos que han conseguido y las metas que este tipo de publicaciones se suelen proponer: que sean de inmediata aplicabilidad y consulta, a la cabecera del enfermo.
Autores
Beatriz Garnica Martínez. FEA en Pediatría. Coordinadora Regional del Área de Pediatría de la Región de Murcia.
Jesús Miguel Iniesta Turpin. Médico Adjunto. Servicio de Otorrinolaringología. Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia.