TRANSPORTE DE PACIENTES PEDIÁTRICOS Y NEONATOS EN ESTADO CRÍTICO
Reseña de la obra
El éxito del transporte no depende generalmente de la rapidez del mismo, sino de la existencia de un dispositivo organizativo, un material apropiado y un equipo humano entrenado. Dependiendo del lugar de origen y de las características organizativas del traslado se pueden considerar varios tipos de transporte: a) Transporte primario. Es el traslado de un paciente desde el lugar donde se ha producido la lesión o iniciado la enfermedad hasta un primer centro sanitario. b) Transporte secundario. Es el realizado entre dos centros sanitarios. Dentro de este tipo se distinguen dos modalidades: unidireccional y bidireccional. En el unidireccional la transferencia se origina en la institución que realiza el envío y tiene la ventaja de una mayor rapidez en llegar al hospital receptor. Con el bidireccional la institución que recibe al paciente envía equipo y personal a recogerlo. El personal está familiarizado en el transporte, está entrenado específicamente en cuidados intensivos pediátricos y conoce y dispone del equipo especializado. A la hora de valorar los traslados interhospitalarios pediátricos, existen desigualdades regionales importantes, derivadas de concepciones diferentes en la organización asistencial, factores geográficos y accesibilidad a centros terciarios de otras regiones, entre otros factores. Todo ello condiciona que las conclusiones de estudios de este tipo se vean limitadas, pero sin duda reflejan la situación actual no sólo del transporte pediátrico, sino también de la organización asistencial pediátrica de una región o comunidad. Todos los transportes urgentes neonatales se producen por motivos terapéuticos, siendo la mayoría patología respiratoria neonatal y asumidos por el centro de referencia. Se hace necesario organizar un programa específico de transporte pediátrico autonómico y de ámbito nacional. Existen muchas variaciones en los sistemas de transporte urgente pediátrico entre diferentes regiones y entre distintos hospitales derivadas de necesidades, recursos e historias diferentes. Es imprescindible una adecuada coordinación entre el centro emisor, el personal de transporte y el centro receptor. Debería tenerse presente que los traslados pediátricos afectan fundamentalmente a neonatos y lactantes, que requieren de organización, medios y personal específicos pediátricos para el transporte.
Autor
Rafael Ceballos Atienza. Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada. Diploma de Puericultura para Médicos. Experto en Salud Infantil. Médico en el Servicio Andaluz de Salud e INSALUD. Investigador-docente en la Unidad de Hipertensión y Lípidos, Hospital Clínico San Cecilio, Granada. Coordinador y Técnico Asistencial, Distrito Sanitario Jaén Sur, Servicio Andaluz de Salud. Varios Estudios de Investigación Internacional y Nacional. Tres Premios Científicos. Ha publicado 15 libros y participado en numerosos otros capítulos, artículos, guías, etc. e intervenido en numerosos congresos nacionales e internacionales. Gerente de Formación Alcalá.